Ministerio de la Defensa Pública

Joven con discapacidad y sus cuatro hermanos, abandonados por su madre, son beneficiados con medida cautelar

Pablo es un joven con discapacidad. Él tiene 19 años y su condición afecta su movilidad y el desarrollo de habilidades cognitivas. Desde muy pequeño, se podía notar que requería cuidados especiales y asistencia para desarrollar cualquier actividad.

A medida que Pablo crecía, su madre Rosa, se convirtió en su principal cuidadora. Sin embargo, la situación se volvió cada vez más difícil y Rosa no aguantó. Ella abandonó a Juan y a sus otros hijos; dos niñas de 4 y 7 años y dos varones de 11 y 13 años.

En ese impulso desesperado, Rosa dejó a sus hijos al cuidado de su mamá. La mujer sobrellevó un tiempo la difícil responsabilidad, pero luego empezaron los problemas y tampoco pudo resistir.

Los vecinos se percataron de la situación e inmediatamente realizaron la denuncia. La defensora pública Simona Castillo intervino en el caso.

Tras las investigaciones correspondientes, la Defensora verificó que los niños ni siquiera estaban escolarizados; por lo tanto, en uso de sus atribuciones legales, tomó las medidas de urgencia de apartar a los niños de la convivencia con la abuela.

Las niñas fueron entregadas a una familia ampliada, mientras que los dos niños, quienes ya se encontraban en situación de calle y con rastros de violencia física, fueron beneficiados con la medida cautelar de abrigo hasta que se encuentre a una familia ampliada.

Con relación a Pablo, la defensora Simona procedió a dejarlo bajo los cuidados de Laura -tía materna- y se iniciaron los trámites para otorgarle la curatela. Laura, a pesar de no tener experiencia en el cuidado de personas con discapacidades, decidió asumir la responsabilidad de cuidar a Pablo. Aunque al principio la tarea parecía abrumadora, ella se comprometió a brindarle el amor y cuidado que su sobrino necesitaba.

Con el tiempo, Laura se dio cuenta de que además de atención y cariño, Pablo necesitaba asistencia alimenticia para tener garantizada una mejor calidad de vida y se embarcó en la búsqueda de programas sociales.

Finalmente, con perseverancia y la ayuda de la Defensora Pública lograron obtener la asistencia alimenticia.

La madre de Juan fue denunciada ante el Ministerio Público por falta y deber del cuidado, en tanto del padre nada se sabe ya que según informaciones abandonó a sus hijos hace mucho tiempo.

Defensora Pública del Fuero de la Niñez y la Adolescencia, Simona Concepción Castillo López

Contacto: 0974 627149