Anselma tiene 50 años, vive con su hermana mayor desde que la madre de ambas falleció. Anselma es una persona con discapacidad. Ella nunca fue inscripta en el Registro Civil de las personas. Benigna -su hermana-, se hace cargo de ella debido a su condición médica.
Como Anselma no contaba con documentos personales, a su hermana le dificultaba realizar las gestiones médicas que ella necesitaba. Fue así que Benigna -en representación de su hermana-, acudió hasta la defensoría pública de Villa Hayes para recibir orientación y asistencia ante la situación.
La defensora pública, Shirley Arévalos, solicitó la búsqueda de la inscripción de nacimiento de Anselma a la Dirección del Registro de Estado Civil, la cual informó que no estaba registrada. Luego, solicitó ante el Juzgado la inscripción judicial de su asistida y la realización de una audiencia para la declaración testifical de dos personas que demuestren la existencia de Anselma.
Finalmente, el Juzgado Civil, Comercial y Laboral, hizo lugar a lo solicitado por la Defensa Pública, y dispuso la inscripción en el Registro Civil de las Personas, en atención a que todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica y que todos son iguales ante la Ley.