Marciano y Carlos fueron querellados por un supuesto hecho punible de lesión. Ellos no contaban con medios económicos para pagar un abogado privado, lo que los llevó a solicitar la asistencia y representación jurídica del defensor público de Horqueta, Amado Alvarenga.  Las partes intentaron llegar a un acuerdo a través de la Oficina de mediación del Poder Judicial, pero esto no fue posible. Finalmente, la solución del conflicto pudo darse vía escribanía.

La querella hacía referencia a un supuesto hecho de lesión ocurrido en un evento social, en el que estaban involucradas varias personas, pero cuando Marciano y Carlos fueron notificados, ellos decidieron buscar la asesoría de la Defensa Pública. El defensor de turno intervino asegurándose del control del debido proceso y el juez brindó oportunidad de solucionar el conflicto a través de la mediación, por lo que el caso fue derivado a dicha oficina del Poder Judicial.

El conflicto no logró un acuerdo favorable a través de esa vía alternativa, por lo que nuevamente el defensor intervino en representación de sus asistidos, en una audiencia ante el juez competente. Durante el proceso, el querellante, Marciano y Carlos, decidieron llegar a un acuerdo reparatorio, abriendo paso así a la conciliación, -el cual se dio vía escribanía-. Finalmente, el defensor público solicitó la extinción de la acción penal y el sobreseimiento definitivo de sus representados, luego del desistimiento de la querella por parte del querellante, tal y como lo establece la ley.

Defensor Público del Fuero Penal de Horqueta, Amado José Alvarenga.

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