Era casi medianoche, la oscuridad y el silencio que azotaba a una pequeña comunidad indígena de la Ciudad de Curuguaty, se sentía con profundidad. En una de las viviendas, Clemencia, una mujer de 79 años, madre de Luna y Clara, se encontraba con ambas, casi a punto del descanso.

Esa misma madrugada, vecinos de la comunidad auxiliaron a Luna luego de un suceso que a todos les resultó poco claro. Su rostro con cortes y ensangrentado fue lo que los animó a llamar a la policía de la zona para que intervengan ante lo ocurrido.

Luna denunció ante las autoridades presentes, que fue agredida por su madre mientras dormía. -“Con un cuchillo en la mano, se me acercó y empezó a cortarme la cara”, dijo. La policía inmediatamente la derivó hasta el hospital más cercano para que la atendieran y por teléfono informaron al Ministerio Público de lo acontecido.

Luego de la denuncia, Clemencia fue aprehendida, la llevaron a la comisaría y la pusieron a disposición de la Unidad Fiscal correspondiente. Ella fue representada por el defensor público, Luis Alberto Prette Santander, quien argumentó que la mujer actuó en defensa propia, y en audiencia indagatoria solicitó su liberación en virtud al art.19 del Código Penal.

-“Legítima defensa”, dijo el defensor. “Mi defendida declara que, nada de lo denunciado por la supuesta víctima ocurrió tal y como se expresó.” Clemencia manifestó que su hija ingiere bebidas alcohólicas de manera desmedida y que, por ese motivo, la atacó primero con un palo y ella intentó defenderse usando el cuchillo.

Durante el hecho, estuvo presente también su otra hija, Clara, quien pudo observar todo lo que pasó, por lo que finalmente, la defensa demostró que la conducta de Clemencia estaba amparada por una causa de justificación, y el Fiscal dispuso liberarla.

Defensor Público Penal de la ciudad de Curuguayty, Luis Alberto Prette Santander.

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