Arturo y Clara eran pareja. Mantuvieron una relación sentimental durante 7 años y tuvieron dos hijos -Luis y Ricardo-. Pero finalmente, el vínculo entre ambos llegó a su fin. Arturo se fue de la casa y tanto Luis como Ricardo, quedaron bajo el cuidado de su mamá.

Poco antes de la separación, Arturo fue víctima de un accidente de tránsito que le produjo varias lesiones en el cuerpo. La más grave de ellas, hizo que perdiera uno de sus ojos. A raíz de lo ocurrido, Arturo no pudo volver a trabajar y empezó a tener problemas con la madre de sus hijos y finalmente decidió alejarse de su hogar.

Tiempo después, Clara -responsable de sus dos niños-, y con muy pocos recursos económicos, demandó a Arturo por asistencia alimentaria ante el juzgado Civil, pero debido a que él no pudo cumplir con el pago, ella lo demando por incumplimiento del deber legal alimentario ante la instancia penal.

Ante esta situación, el mismo recurrió a la defensoría pública y solicitó la representación del defensor Amado José Alvarenga quien en juicio, argumentó que su defendido no podía solventar económicamente a sus hijos, puesto que el accidente lo dejó con discapacidad visual y otras lesiones físicas que le impedían trabajar.

Los psicólogos, psiquiatras y médicos del Poder Judicial, corroboraron la situación de Arturo a través de una pericia y concluyeron que, efectivamente, el hombre no se encontraba en condiciones de cumplir con el mandato del deber legal alimentario, no solo por sus secuelas físicas, sino porque también tenía un bajo nivel de instrucción socio cultural y sin tratamiento adecuado, su estado podría ser permanente.

Amparado por las 100 Reglas de Brasilia y otros tratados internacionales -que protegen los derechos de personas con discapacidad-, Arturo fue absuelto por el Tribunal de Sentencias, y a su vez, se ordenó de inmediato que sea sometido a un tratamiento médico en el Hospital Regional de Concepción, notificando del hecho al director del hospital para que se dé cumplimiento a lo establecido.

Defensor Público del Fuero Penal de Horqueta, Amado José Alvarenga.

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